Como hablare de las flores, tomo en cuenta el lugar donde hay
exactamente 45.000 especies de plantas, pero lo interesante es saber que posee
50.000 especies de flores y es posible que hasta mas. Variando en
orquídeas. Ocupa el tercer lugar con respecto a plantas vasculares.
También la naturaleza toma en cuenta a los científicos locos que sueñan
con tener un jardín lleno de nada más ni nada menos de plantas carnívoras, pero
lastimosamente algunos géneros se encuentran en Colombia.
Como la drosera, que alberga en todos los continentes.
O tal vez la pinguicula que son pequeñas y con la
forma de un rosetón pero hay quien la viera puede crecer en las hierbas.
O tal vez la
utricularia que se parece a una orquídea pero no es una orquídea.
Esto
compañeros es una clara evidencia de la manera como la naturaleza se adapta al
ambiente y nos hace unas jugadas ni de qué hablar.
Me despido
con estas este párrafo, que de por sí (a mi parecer dice mucho).
“La presencia de la flor
en todos los climas, regiones y etapas históricas del país, ha provocado un
fenómeno interesante y cotidiano, la cultura de la flor, es decir la forma como
el colombiano común y corriente actúa ante las flores, las utiliza, las
sublimiza, las convierte en parte viva de su entorno, para expresar su amor o
su dolor; para extrovertir su alegría durante los Carnavales o para traducir su
religiosidad durante la Semana Santa; para hacer más cercanos oficios como la
pintura, la literatura, la gastronomía, la medicina, la artesanía, sin barreras
políticas, sociales o económicas. No hay acto cotidiano que no la involucre; no
hay gesto doméstico o sublime, intelectual o mundano, que no se alimente de la
imagen de una flor. Es la cultura alrededor de la cual se tejen tantos sueños y
tantas realidades.”
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